domingo, 8 de noviembre de 2015

No podía haberse dicho mejor.

"Es absolutamente necesario suicidarse cada cierto tiempo.
Huir de uno mismo,
perderse,
levitar,
ayunar,
sentir el cuerpo vacío, agotado, dolorido.
Mudar la piel,
beber,
vomitar,
tocar fondo, follar con desesperación y luego no recordar nada.

Estar ausente de todo.

Para después, aferrarse de nuevo a la vida. Reencontrarse.
Vestir colores pastel, andar a paso ligero y sonreír a los vecinos cuando te saludan en la escalera.

-¿Qué tal estás preciosa?
-Jodidamente bien, gracias. "

Ana Elena Pena