domingo, 21 de septiembre de 2014

BED PEACE

John Lennon fue capaz de pasar dos semanas protestando por la guerra de Vietnam. El luchaba por la paz, pero eso sí, desde la cama. Y yo he querido imitarle este fin de semana.  Fue algo inolvidable cuyo escenario es un sofá-cama, sus protagonistas somos nosotros y su banda sonora es Orgullo Banderillero. Fueron las 20 horas mejor invertidas de mi vida.

Cada uno puede crearse su propio concepto de cama de la paz. Solo se trata de buscar una causa contra la que quieras luchar, y de tener poco pero lo necesario para pasar todo el tiempo que te de la gana. 
Yo lo tenía todo. Hamburguesas, donuts, croissants rellenos de chocolate, tabaco, marihuana, música y mucha televisión. Incluso tenía una manta y la mejor compañía del mundo.

¿Y mi causa? Simplemente necesitaba descansar y aclararme un poco la cabeza. Dejar de estar viviendo siempre con prisas, viviendo a contrarreloj. Mandar al carajo al estrés de Madrid, a correr a por el tren y aun así perderlo y a madrugar. ¿Y su causa? Él estrenaba libertad. Y no hay mejor libertad que la de tocarse los huevos.

Nunca he sido más feliz en un sofá. Os lo recomiendo. 






Banda sonora:

martes, 2 de septiembre de 2014

22-5-2014

Hoy he salido, mirando hacia delante después de derramar lágrimas sobre el pecho de mi madre. Saliendo de casa con la absoluta confianza de que me iba a sentir menos sola, y ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba. 
Estás sentada en la parada de un autobús fingiendo tener algún sitio al que llegar, cuando realmente lo único que esperas es una llamada que te salve o que te de el empujón necesario para volver a casa. Y temes que lo que más te apetece sea lo segundo, pero no quieres que el camino haya sido en vano. Admítelo has salido tú sola y sintiéndote más vacía que nunca.
Vuelves a casa.
Qué día tan raro, no sé que puede estar celebrando la gente. Sentada esperando al metro en el único sitio que hay wifi, deseando que llegue y huir. Y ver "cuéntame" tapada con la manta abrazada a mi madre, en el sitio del que no me tendría que haber ido nunca hoy.
Supongo que el día ya ha pasado, lento, pero imparable. Y sin duda te das cuenta de que lo único que necesitabas hoy era una tarde con él,compartiendo un banco y olvidando que existe lo que hoy ha acabado conmigo. Por qué pasa todo tan lento hoy? Por qué es todo tan monótono? y de repente, Zas! la llamada. Pero ahora ya no la quieres escuchar. Me vuelvo a sentar en la parada, pero esta vez, con un destino, a casa con mamá.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Qué fácil es sonreír en vacaciones.

Hablo de...

Hablo de costumbres que se convierten en vicios. Hablo de la asociación que surge en tu cerebro del tipo estar solo en casa/cigarro, cerveza/cigarro, polvo/ cigarro, peta/cigarro. Y así sucesivamente. Aunque tengas que hacer malabares, cumples esas asociaciones por puro instinto. Tu cuerpo te lo pide a gritos. Diría que he vuelto a perder el rumbo, avanzo en círculos pero disfruto de este genial paseo en la noria de la vida. Aún soy consciente de lo que hago, pero dejarme tener 5 minutitos más los ojos cerrados. Hoy también es mi día, y el tuyo. Vívelo donde quieras, como quieras pero sobre todo, con quien quieras. Y aquí estoy, levantando los pies del suelo porque sin ti está muy frío. Y además, tenemos una vida entera para tenerlos sobre la tierra.



Marionetas.

Echar el freno en un mundo que te obliga a acelerar. Parar de saltar en una habitación forrada de colchones. Vivir en un lugar en el que a algunos, hasta el cielo se les queda pequeño y en cambio, para otros, cualquier rincón se convierte en la última gota de agua del desierto.
Marionetas vestidas con retales de recuerdos, que calzan zapatos hechos con sonrisas y saludan sacudiendo su sombrero, dejando escapar cualquier pensamiento propio. Marionetas que no conocen a su dueño, pero se mueven sin preguntar, sin levantar la cabeza. Y hombres capaces de cortar esos hilos y comenzar a dejar su propia estela. Hombres libres que se negaron a agachar la cabeza.
La vida otra vez, al fin y al cabo.