lunes, 14 de septiembre de 2015

El verano y sus cervezas.

3 de septiembre.

Y aquí estaba otra vez, en San Fernando, yendo al mismo baño y al mismo parque de siempre, cumpliendo con mi rutina preferida.
Vuelvo a la ciudad que me transmite esa monotonía a veces añorada, sin prisas pero sin pausas.
La que lleva escrito un momento en cada rincón que voy dejando atrás y en los que se quedaron casi todas las personas que significaron algo para mí, y con ellas sus recuerdos.
Dicen que al lugar donde has sido feliz, no deberías tratar de volver, y mucho menos pretender que vuelva a ser todo lo mismo. Siempre hay pequeños detalles que cambian, que al fin y al cabo se acumulan y acabas sintiéndote como una guiri en la ciudad que te vio nacer, vivir y perder la cabeza y en la que se quedó un trozo de tu corazón.



Pd: Definitivamente, no hay nada que hacer en San Fernando a las 8 y media de la mañana.


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