F**licidad.

¡Qué rápido llegas y qué rápido te marchas! Eres ese cosquilleo en las yemas de los dedos que dura segundos. Esa sonrisa traviesa que se escapa cuando te veo a ti, dibujada en los ojos de él. Eres las ganas de salir dispuesta a comerte el mundo. Esos besos, esos abrazos, esas miradas cómplices que dicen mucho más que las palabras.
¡Cuánto te extraño cuando te marchas! Sin previo aviso, si te he visto no me acuerdo. Tu presencia se nota pero tu ausencia me mata. Simplemente tu búsqueda ya me cansa.