Empieza y acaba en este lugar donde te veía pasar al despedirnos en mi portal. Veía tu espalda alejarse tras darme un último beso.
Qué bonita noche, qué bonito exilio a tu lado. Huyendo, ¿de qué? Tal vez de tiempo. Tal vez matábamos la distancia. Y cómo disfrutábamos. Solíamos decir que éramos dos psicópatas enamorados. Que se querían como nadie a pesar de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario