domingo, 10 de mayo de 2015

Qué bonito nombre tienes

A veces me da por leerme y llego a la conclusión de que parezco una gótica depresiva. El otro día leí algunas cosas viejas de épocas tristes y me deprimí. Era una mañana genial, como esta, y acabé sufriendo por mi misma. Cuánto dolor y cuánta tristeza. Me dieron ganas de estudiar una ingeniería, construir una máquina del tiempo, saber definir el concepto de tiempo, y volver al pasado para meterme una hostia a mi misma. Espabila, niña.
Sería el mejor invento del mundo, pero sólo estaría permitido para dar bofetones a tiempo. Ahora, los únicos que vienen del futuro lo hacen para anunciar lejía. Pero lo cierto es que no necesitamos sus conocimientos del espacio exterior para lavar la ropa. 
Necesitamos hostias a domicilio. 
Voy a crear una empresa. Habrá tanta demanda que acabaré con el paro de toda España, y tal vez me haga presidenta.
Son las 14:13 de un domingo. Me queda una semana para empezar los exámenes y debería irme a estudiar. Así que, sólo quería dejar claro que no estoy en permanente depresión, que el negro me gusta en su justa medida y que en el fondo, soy como un bebé al que le atraen los colores, los sonidos  y la gente divertida. 


¡Buenos días!

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