jueves, 16 de octubre de 2014

"30 segundos sobre Tokio."

Necesité un abrazo y tuve que pedirlo. Sin embargo, recibí otro que no esperaba. Me emborraché para conseguir estar mejor después de perdonar errores casi imperdonables y sólo recibí una resaca al día siguiente. Dañé a las personas que más quería y no estuve segura de arrepentirme del todo. Olvidé en dos segundos todo lo que sentí durante años. Y esperé escuchar algo que jamás ha llegado. Me levanté y me juré que no lo volvería a hacer, aunque lo repetí todas las mañanas.

Tuve noches inolvidables con alguien siempre capaz de sorprenderme. Me enamoré y lloré en el metro los lunes por la mañana.Pensé que tenía súperpoderes, que la vida me sonreía demasiado, pero también pensé que tenía un imán para las catástrofes. Me sentí sola, muy sola. Desconocí a aquellos que me rodeaban y conocí a los mejores. Salté de alegría, bailé y reí cuando no podía. Me autodestruí en mil pedazos y los pegué uno tras otro. Seguí siempre hacia delante, sobreviví. Sufrí baños de realidad y tuve que levantarme al día siguiente para hacer algo que realmente no quería.


                Y finalmente, quise parar el tiempo y me dio por huir. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario