Cuando todo falta, corremos hacia el lugar donde nos sentimos más protegidos. Yo salgo a la calle con tal de no estar en esta mierda de sitio que llaman casa y voy hacia él acompañada de ese humo que me ciega. Me calma y me susurra:
tranquila ya vendrán tiempos mejores, a falta de que nadie lo haga. Porque solo contigo saco las fuerzas que no tengo.
Necesito un abrazo y creo que voy en la dirección correcta.
Muy buenos días princesa.
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